Exequias...

Despertó asustado, tenia miedo y sentía que su cuerpo cada vez se enfriaba mas. Sentía voces de todos lados, oía gente llorar, gritar y maldecir. Entre esas voces oyó la voz de ella....
Hace un tiempo atrás había vivido uno de los romances mas felices de su vida. Todo indicaba que había encontrado al amor de su vida pero casi dos semanas antes había terminado todo, la razón, no había posibilidad de proyectarse a futuro... un balde de agua fría para cualquier corazón deseoso de esa idea.
Desde el día en que eso ocurrió no la había vuelto a ver. Solo ahí, donde yacía acostado, pudo sólo oír su voz.
Seguía llegando gente que se acercaba a mirarlo. Trataban de acariciarle el rostro pero las manos no lo tocaban, sonreían compasivos y se marchaban. Algunos, con los ojos llorosos, se quedaban mirándolo por varios minutos y después se retiraban sin volver atrás. Ella nunca hizo aquello....
El no entendía nada. Tantos llantos, gritos y oraciones, voces tristes que contaban anécdotas y se llenaban de nostalgia recordando situaciones por él protagonizadas. De todas las voces la que mas se oía era la de ella que siempre guardo gran cariño por la familia y los amigos de él; pero nunca se acerco a mirarlo.
De pronto la gente comenzo a irse todos se despedían y acordaban la hora de reunión para el día siguiente. A él nadie se lo llevaba. Solo lo dejaban cercado de flores, en una sala oscura, sin familia, sin amigos y sin ella....
Todo comenzaba a repetirse al día siguiente....Todo era igual de lúgubre, triste y desolado. Vio como su madre se abalanzaba desecha sobre él; se hacia preguntas y se culpaba de haberlo dejado solo, de no haberlo escuchado... Su padre la alejaba y le daba un café....De pronto volvió a oír los llantos de ella.......
Esta vez ella se acerco y lo miro de frente. Consternada, llorosa y con una expresión de culpa le dedicó palabras que al oído de cualquiera eran una declaración de amor intensa, sin barreras y para siempre...le dio un beso que nunca llego a destino. Dio media vuelta y se marchó.
Ahí Comprendió todo... entró en razón, descargo el arma, la lanzo lejos y volvió a casa.